Geometría sagrada símbolos y significados:
La geometría sagrada simboliza la ordenación inteligente del universo. Trabaja las proporciones, patrones geométricos ideales, signos y símbolos que regulan el Universo, y es conocida como una terapia para la conexión energética con el Firmamento, a través del cual, se equilibra el cuerpo y alma del ser humano, mediante esquemas geométricos y cantos sagrados.
Aplica el Principio de correspondencia “como es arriba, así es abajo“, así, si macroscópicamente todo está alineado, microscópicamente (nosotros, nuestra salud, nuestras relaciones y en general nuestra vida) también seguirán unos patrones o matrices; por lo que, los obstáculos, problemas, fracasos, sufrimientos, y en general hechos negativos de nuestra vida, se corresponden a desórdenes de estos estándares.
El objetivo de la geometría sagrada es, por un lado, lograr la armonía, el equilibrio y el correcto fluir de la energía en los niveles: físico, emocional, mental y espiritual; y por otro, la puesta en contacto con las deidades espirituales universales.
Nos muestra la ruta para entender quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos, y habita en todo lo que existe.
Fíjate en un momento en los elementos de tu alrededor, pronto te darás cuenta que en todos ellos aparecen triángulos, círculos, hexágonos, elipses, espirales, etc. Y es que el Universo y dentro de este, nuestro cuerpo, son pura geometría.
“La geometría sagrada es un camino para entender quién eres, de donde vienes, y a donde vas. Es la huella digital de la creación, una interface entre lo evidente y lo no evidente, lo manifiesto y lo inmanifiesto, lo finito y lo infinito” – Dan Winter
Con la geometría sagrada se consigue que el cuerpo humano entre en resonancia geométrica, y con los colores que caracterizan la geometría y sus vibraciones, conseguimos que se eliminen bloqueos energéticos encontrados en los campos áuricos de las personas, convirtiendo esa energía negativa, en un remanso de paz, equilibrio y bienestar.
Es importante señalar, que al igual que muchas terapias que trabajan con las energías, los procesos de sanación no van dirigidos directamente a la zona enferma, ni hacia el chakra relacionado con el trastorno, en este caso, van dirigido a trabajar todo el cuerpo como unidad, de forma que quede integrada con el Universo en su totalidad.
Geometria Sagrada figuras:
Mediante unas pocas formas geométricas recogemos toda la diversidad de la estructura que engloba el Universo. Se conocen siete formas principales: los cinco sólidos Platonicos: el cubo, el icosaedro, el tetraedro, el octaedro y dodecaedro; el círculo y la espiral; y a partir de estos se crean conocidos ejemplares de la geometría sagrada como son el Merkaba y la Flor de la Vida.
Los cinco sólidos Platónicos son figuras totalmente armónicas, es decir, tienen todos los lados simétricos, todos los ángulos iguales y lo más importante, los cinco caben dentro de la Matriz Universal, es decir, dentro de la Esfera.
El tetraedro: es un triángulo con base triangular y representa el espíritu del Fuego Sagrado, el primer elemento. Son 6 aristas, 4 caras triangulares y 4 vértices y es símbolo de la SABIDURÍA.
El cubo: compuesto de 12 aristas, 6 caras cuadradas y 8 vértices y representa el SECRETO DEL MUNDO NATURAL. Es el saber de la Tierra y simboliza la vivencia de lo que ha nacido de la naturaleza.
El octaedro: está formado por 12 aristas, 8 caras triangulares y 6 vértices, son como dos pirámides invertidas y están unidas por sus bases. Representa al Aire y se considera el signo de la PERFECCIÓN DE LA MATERIA POR EL ESPÍRITU.
El dodecaedro: son 30 aristas, 12 caras pentagonales, 20 vértices y constituye el quinto elemento, es decir, el Éter, el prana (energía que nos regala el Universo) o chi. Está considerado como poder femenino y la FORMA MADRE.
El icosaedro: la componen 30 aristas, 20 caras triangules, 12 vértices y es la conciencia del Agua. Es el elemento masculino y representa a la semilla de la vida y la forma real del Universo.
Símbolos de la Geometría Sagrada:
El círculo: seguramente haya sido la primera figura dibujada por el hombre, por su simpleza y por su forma visible en el día a día (es la forma del sol, de la luna, de algunas flores o estructuras geológicas). Empleado como la figura que significa la Eternidad y la Unidad, ya que no tiene ni principio ni fin y siempre retorna al mismo punto.
La espiral: es la figura geométrica generada por el corazón en el momento en que este ama. Existen dos espirales: la Aurea y la Fibonacci. Una apunta hacia abajo, es la receptiva, la femenina y la que nos permite recibir información del cosmos, y la otra apunta hacia arriba, y se dice que es la proyectiva, la masculina y la que proyecta nuestra energía para abarcar toda la vida allí donde se encuentre.
Uso de las geometrías por diferentes culturas:
La geometría sagrada es una ciencia antigua que viene del conocimiento egipcio y griego. Y es que, la palabra geometría proviene del griego y se compone de dos palabras: geo es tierra y metría significa medida, y en su sentido místico vendría a decir que el sentir de la Tierra así como nuestro propio sentir.
Las antiguas culturas la aplicaron para la construcción de pirámides y de templos egipcios, templos mayas, tabernáculos de Jehová, y los zigurat babilonios, entre otros.
Por otro lado, las culturas indias, y las del Tibet han dedicado a elaborar mándalas, diagramas sagrados o psicogramas. Sus representaciones constituyen imágenes de contenido espiritual e invita al que medita a encontrar el camino de su yo interior para recrearse en él.
En las culturas tribales la geometría sagrada se emplea en forma de pintura, dibujando sobre sus rostros y cuerpos figuras simbólicas que representan hechos del alma, así como la representación de diferentes figuras geométricas en sus danzas o coreografías.
El gran enigma de esta terapia es cómo proyectar un concepto abstracto, un obstáculo energético, en una figura geométrica; y la respuesta a esto la encontramos en la relación que existe entre el Principio de la Correspondencia y el Principio del Mentalismo, donde se dice que “en el Todo, todo es mental”.
Durante las terapias, el Toks (“el que ara para sembrar estrellas”) o especialista que realiza la sanación, esboza diseños geométricos sobre el paciente, con lo que consigue abrir canales en el cuerpo energético del mismo y la energía del Universo entra en la persona.
La realización de figuras geométricas sobre el cuerpo, viene acompañado de cantos sagrados que interactúan con todas las partes del cuerpo y, mediante la combinación de ambos, se invoca a las fuerzas divinas para transmutar estos bloqueos energéticos en luz, y conseguir limpiar el corazón de dolor, egoísmo, y en general, de emociones negativas.
Limpio de bloqueos, el paciente es transportado al paraíso de la felicidad y la plenitud, haciendo que se viva de forma consciente el Ahora.
Durante la terapia, mientras el Toks diseña sus figuras geométricas sagradas acompañándolo de cantos sagrados, el paciente entra en meditación y visualiza la geometría sagrada, así todo su cuerpo se alinea a la perfección con el “Origen”, ayudándole a sanar los bloqueos que han sido creados por uno mismo: miedos, tristezas, enojos, depresión, rencor, etc
Las tres características principales de estas terapias con la geometría sagrada son:
Los resultados son visibles en muy poco tiempo.
Tiene gran capacidad para detectar y transformar energías negativas o bloqueadas en energías armonizadas, equilibradas.
Solo se requieren de unas pocas sesiones para resolver la mayoría de los problemas.
Conclusión:
La geometría sagrada nos ayuda en el proceso de liberación, autosanación y logro de la armonía interior, salvándonos de los paradigmas erróneos. Es un proceso de purificación física, mental, emocional y espiritual.
Nos enseña a entender a través de los símbolos del Universo lo que subconscientemente ya sabemos, pero que muchos todavía no han logrado alcanzar. Ayuda a abrir nuestra mente y nos ayuda a mostrar lo más ingénito de cada uno de nosotros.
Las personas son como ventanas con vitrales, su verdadera belleza puede sólo verse cuando la luz proviene de dentro. Entre más oscura la noche, más brillantes son las ventanas
–
Elizabeth Kubler-Ross