En Brasil se acaba de presentar un estudio donde los científicos aseguran que la energía que liberan las manos tiene poder curativo, no importa el malestar, puedes ayudar en la curación de todos.
Científicos están con este experimento desde el año dos mil, donde ellos decidieron investigar si las energías de las manos realmente tienen poderes curativos.
Un de los médicos de la facultad de medicina de una universidad en Brasil se inquietó, porque dice haber experimentado con su propio cuerpo el poder de una mano que le sano de una depresión en al que estaba metido.
El médico dice que utilizaron ratones para observar la defensas que tienen las células de defensa, contra las células que se convierten en tumores. Dice estar convencido de los efectos psicológicos igual que los fisiológicos.
Al poner las manos sobre el cuerpo esta libera energía y sana las dolencias, a lo que la ciencia le llaman energía sutil y dicen que estas energías se encuentran en bajo nivel en la frecuencia electromagnética del cuerpo.
Estas prácticas pueden reducir la tensión, el estrés, la ansiedad y la depresión, te da una sensación de bienestar del que no quisiera salir. Te relaja y te siente satisfecho, ademas de la energía que sientes tener en tu cuerpo.
Para este experimento se utilizaron 50 ratas y fueron evaluados 40 pacientes envejecientes y con problemas de estrés. Aun así el Centro de salud esta dispuesto a seguir con el estudio de mas casos utilizando las practicas análogas en los próximos meses.
La energía existe, y todos somos capaces tanto de sentirla como de transmitirla. Curar con las manos es una técnica muy antigua. Ya en los Evangelios Jesús imponía sus manos para curar a los enfermos. Por supuesto, no se trata de compararnos con Jesucristo, se trata de entender que esta habilidad se puede practicar hasta la maestría, y curarnos a nosotros mismos y a los que queremos.
Todos tenemos la capacidad de curarnos a nosotros mismos y a los demás con las manos, hay que aprender y practicar la técnica. No es fácil restituir el equilibrio en otros cuando nosotros mismos no somos armónicos, debemos conocer nuestras limitaciones, y abrir nuestro corazón y nuestra sensibilidad para que la energía fluya a través de nosotros.