Ir al contenido principal

Descubren por qué funciona la meditación

La práctica de la meditación modifica las zonas del cerebro vinculadas a la atención, las competencias socio-afectivas y socio-cognitivas dependiendo de las técnicas mentales empleadas, ha comprobado un estudio. Es la primera vez que se determina qué tipo de práctica mental produce qué efecto y cuáles son los procesos cerebrales implicados en cada técnica.
La meditación cambia la arquitectura de algunas zonas del cerebro y consigue mejorar las habilidades sociales y reducir los niveles de ansiedad, ha descubierto un nuevo estudio realizado por científicos del Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Leipzig, Alemania, cuyos resultados se publican en Science Advances. 
Ya se sabía que la meditación se desarrolla mediante una variedad de técnicas de entrenamiento mental que, en principio, pueden ser practicadas por cualquier persona. También se ha demostrado repetidamente que la meditación puede tener un efecto positivo en determinados aspectos de la salud y del bienestar. 
Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro qué tipo de práctica mental produce qué efecto y cuáles son los procesos subyacentes de los efectos detectados, y es lo que aporta de nuevo esta investigación. 
En esta investigación participaron 160 personas que realizaron tres programas de entrenamiento,  cada uno de ellos de tres meses de duración y centrados en un área específica de habilidades. 
El primer programa estuvo dedicado los factores de conciencia y atención plena, en el cual los participantes realizaron técnicas básicas de meditación, respiración y atención a las sensaciones. 
El segundo programa se centró en las competencias socio-afectivas, como la compasión, la gratitud, la empatía o la gestión de emociones difíciles. En este programa los participantes tuvieron que trabajar en parejas para compartir sus emociones. 
Actividades socio-cognitivas:
En el tercer programa, centrado en actividades socio-cognitivas, como la autopercepción y adquirir la perspectiva de los otros, los participantes aprendieron a tomar diferentes perspectivas de aspectos de su personalidad a partir de experiencias subjetivas, que compartían a través de ejercicios específicos y en parejas. 
Las 160 personas realizaron los ejercicios descritos para cada grupo durante 30 minutos al día, seis días a la semana. Al finalizar cada programa,  los científicos registraron el estado de los participantes mediante test psicológicos, la medición de la actividad cerebral a través de resonancia magnética y también mediante diferentes análisis para establecer niveles de estrés en el cuerpo, como la liberación de cortisol. 
Al concluir el primer programa,  los investigadores observaron cambios en áreas en la corteza cerebral vinculadas a la atención, mientras que al acabar los otros dos, centrados en las competencias socio-afectivas y socio-cognitivas, se vieron mejoras en aspectos como la compasión o la toma de perspectiva, con cambios en las regiones del cerebro donde se desarrollan esas habilidades. 
Por último, mediante un examen de estrés psicosocial, se descubrió que la secreción de cortisol, la hormona del estrés, disminuyó más de un 51%, aunque solo tras acabar los dos programas centrados en desarrollar competencias sociales. No se percibió esa bajada al acabar el primer programa, destinado a fomentar la atención. Sin embargo, al terminar cada uno de los tres programas, sí se había reducido la percepción subjetiva del estrés.
Cambios estructurales en el cerebro:
"Nuestros descubrimientos muestran claramente que el entrenamiento mental diario, breve y específico puede producir cambios estructurales en el cerebro, lo que a su vez conduce a una mejora en la inteligencia social", explica la investigadora Tania Singer, en un comunicado del Instituto Max Planck. 
Singer destaca la relevancia de estos descubrimientos para el sistema educativo y la aplicación clínica, teniendo en cuenta que "la empatía, la compasión y la toma de perspectiva son competencias cruciales para el éxito de las interacciones sociales, la resolución de conflictos y la cooperación". 
Los resultados, concluye Singer, muestran que cualquier adulto sano pueden mejorar competencias sociales cruciales necesarias para el éxito de la interacción social y la cooperación reduciendo el estrés a través de la meditación, y que cada ejercicio mental tiene un efecto diferente en el cerebro, la salud y el comportamiento. 
"Dependiendo de la técnica de entrenamiento mental que se practique, cambiarán de forma significativa estructuras cerebrales específicas y los marcadores de comportamiento vinculados a ellas ", destaca Sofie Valk, autora principal del artículo. La investigación ha girado en torno al ReSource Project.

Entradas más populares de este blog

Las 26 “cerraduras energéticas” del Jin Shin Jyutsu

Jin Shin Jyutsu contiene 26 “cerraduras energéticas” localizadas sobre diferentes corrientes de energía a través de las cuales, la fuerza vital del cuerpo circula. Si uno o varios de estos circuitos son bloqueados, la corriente energética del área respectiva comienza a interrumpirse, causando finalmente un desequilibrio en toda la interacción energética del organismo. En consecuencia, la enfermedad aparece y comienza a manifestarse a través de sus diferentes síntomas. La mayoría de desequilibrios energéticos ocurren por varias causas: como la alimentación inadecuada, el estrés, problemas mentales y emocionales o influencias externas tales como la polución o accidentes. Al aplicar el Jin Shin Jyutsu inducimos armonía, se promueve la salud, el bienestar y la paz interna. Y al restablecer nuestra profunda fuerza rehabilitadora, estamos evocando la fuente original de la regeneración. El Jin Shin Jyutsu ayuda a bajar los niveles de estrés y promueve estados de profunda relajación, y

Palo santo

Vibración Índigo Cristal

La vibración Índigo en la Humanidad La frecuencia Índigo es una calidad y cualidad energética que pertenece a una alta vibración espiritual.  Últimamente escuchamos decir que termina la era de Piscis y comienza la era de Acuario. El cambio de una era astrológica a otra, no solo implica un recambio de energía que se proyecta sobre el planeta sino que un nuevo grupo de seres que hasta ahora no estaba encarnado viene a este plano. Al principio, solo aparece un pequeño grupo que va aumentando con el correr del tiempo hasta completar la encarnación del grupo de almas en su totalidad. Las almas índigo empezaron a llegar a este plano aproximadamente en el 1.700 que fue cuando comenzaron a venir los primeros grupos energéticos de la era de Acuario. Al principio el flujo fue lento y llevara largo tiempo para que las ideas que van llegando con los índigo se propaguen y comiencen a desarrollarse. Hubo muchas almas índigo que lucharon muy duramente para poder manifestar sus capacidades,